Una imagen vale mil palabras pero hay frases que valen un millón. Por eso mismo mi perfil de Instagram es el rincón donde las guardo. Instantáneas de vida, inspiradas por el último libro que estoy disfrutando, la última película que me emocionó y por supuesto pedazos de recuerdos, vivencias, pensamientos… porque si me hace sentir viva merece ser inmortalizado.